“Julio Verne Los Limites de la Imaginación”
- Abigail Altamirano
- 14 mar 2018
- 3 Min. de lectura
El escritor francés, visionario, astrónomo Julio Verne nació en un siglo donde solar, imaginar y crear eran los reales portales del conocimiento. Novelas como “Viaje a la Luna”, “Viaje en Globo”, “Tribulaciones de un chino en China”, “Dos mil leguas de viaje submarino”, entre otras, superaron la realidad con la fantasía de viajar desde las bitácoras de los diarios de un marino, ver los planos de dirigibles en este nostradamus literato.
Según Castels y Barbero, ahora vivimos en una sociedad red, unida por conexiones tecnológicas con la inmediatez de toda información al alcance de un clic. Verne en los setenta y siete años que habito este mundo (1828-1905) se consolidó en la red del siglo XVIX y no conforme con eso su legado se ha expandido hasta nuestros días. Él es ese puente modesto entre lo ideal y lo real, lo artificial y lo necesario entre las alas de Ícaro y las primeras máquinas de la aviación, entre la Luna habitada por ser antropomórficos y entre al alunizaje del Apolo 11.

Como la memoria es frágil, como el papel o debería decir Tablet soporta todo lo que en ella se escriba y habitamos a un ritmo de vida que compite con el de las hormigas afanadas con el trabajo. La Fundación Telefónica Quito retoma la vida y obra de este escritor con “Julio Verne Los Limites de la Imaginación” que abrió sus puertas desde el 9 de febrero (un día después del nacimiento de Verne) hasta el 2 de junio.

Desde que se coloca en primer pie en la sala de la Torre 2 del UdlaPark, hay el aroma de promesa recorriendo el aire, la consigna de que la percepción de Verne con la que se ingresó sería distinta al salir de la exposición. Esta obra digitalizada, e interactiva con el espectador, por el uso de aplicaciones móviles que darán vida a cada personaje en los ámbitos en los cuales transcurren sus novelas como, la tierra, el aire, el hielo, el agua, el espacio y el tiempo. Cuenta, además, con dispositivos de navegación, como la brújula, el reloj cronometro marino Ulyses Nardin del siglo XX, astrolabio sextantes para marcar las patentes de viaje en los mapas, y tres equipos más facilitados por el Instituto Geográfico Militar (IGM)
La sección de “Viajes de Hielo” hace un recuento de las primeras expediciones que emulando al “Viaje en Globo” desearon repetirlo con destino al Polo Norte y Polo Sur, con desenlaces menos alegres que en el libro, pero como resultado de esto se comprobó la existencia de un mundo nuevo e inexplorado.

También hay una sección de reconocimiento a Louis Soutan, Jean Painleve, Isacc Peral, la primera fotografía bajo el agua, primer documental marino, y la creación del primer submarino respectivamente. Todos ellos inspirados en “Dos mil leguas de viaje submarino”.
Para todos aquellos que desean viajar alrededor del mundo en una bicicleta, moto, a pie, la primera trotamundos fiel seguidora de “La vuelta al mundo en ochenta días” fue la periodista Nellie Blye, donde la mujer estaba saliendo del anonimato público y se incorporaba recién a la fuerza de trabajo. Según lo que comenta Ximena Andrade, nuestra expositora “Le tomo cerca de setenta y tres días, el World subvenciono su viaje para entregar el reporte del viaje y lo hizo acompañada solo por una maleta (cartera) … y en su viaje conoció al propio Verne” además acoto Daniel Escudero “Verne no hizo ningún viaje más que uno a América, todos los otros datos que el colocaba en sus obras, se lo contaban sus amigos que habían viajado”
Con la invención del telescopio de largo alcance de Richard Locke, se vio a la Luna como era y no como los relatos decían que era.
El teatro y cine también llevaron a la palestra “Viaje a la Luna” con los primeros montajes de George Melies, como dato curioso Ximena Andrade y Luz María Valarezo mencionaban “Este libro fue escrito cien años antes del Apolo 11 y datos de presión, velocidad, presión y alunizaje concuerdan con la novela de Julio Verne”.
Pero si quieres saber ¿Quién fue el primer ganador del concurso de intentar volar alrededor de la Torre Eiffel? ¿Quiénes fueron los primeros en diseñar los primeros modelos de aviones, ¿Qué amigos, Verne les cambio los nombres para que aparezcan en sus obras? Y muchas más sorpresas no dejen de asistir al UdlaPark pasando el Ekopark del redondel del ciclista. De martes a viernes de 10:00 am hasta 19:00 y los sábados de 10:00 a 16:00. La entrada es gratuita y estarán hasta el 2 de junio.
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